Cristian Coronel es un chico joven que se dedicó a la música de cuarteto.
A los 15 años integró su primera banda, que se llamaba “Bien Ahí”.
Era un conjunto de Catamarca, Capital, y pertenecía a la familia Suárez,
así que siente que le debe su carrera músical a esa familia.
En el año 2001 grabó su primer disco, que se llamó “Chico de Barrio”.
Este año graba su segundo CD, titulado “Demoledor”.
Cristian estuvo por varias provincias del país llevando su música como solista y también actuó con otras bandas.
Recorrió escenarios de Tucumán, Salta, Jujuy, Santiago del Estero, Córdoba, Buenos Aires.
- ¿Cómo fueron tus inicios en la música?
- Mi infancia fue muy dura, porque vengo de una familia humilde y me
crié con la ilusión de hacer música, para poder trascender un poco más
allá de la Capital.
- ¿Por qué fue dura tu infancia?
- Me pasaron miles de cosas. En un tiempo fui marginado por la sociedad,
hasta el día de hoy mucha gente lo hace. Acá en Catamarca muchas veces
te marginan y yo tan sólo hago música, y a veces me condenan por un
pasado oscuro que tuve. Creo que ninguna persona ha estado excenta de
errores en la vida. Cuando era chico tuve que salir a vender el diario,
ser un vendedor ambulante, hasta que un día un grupo que se llamaba
“Bien ahí” me dio la posibilidad de cantar, así que aproveché esa
oportunidad que me dio la familia Suárez. Después, con tiempo nos fuimos
a cantar al interior, fiestas privadas… marcaba mi estilo con
diferentes temas, y luego me di cuenta de que era para otro estilo de
música, que es el cuarteto de “tunga tunga”, el cuarteto de barrio.
- ¿Cómo fueron tus amigos del barrio?
- Me crié en el barrio San Ramón. Tengo muchos amigos, tanto buenos como
malos, gracias a la Virgen del Valle y al Gauchito Gil (soy devoto de
ambos). Por la música me debo a la sociedad, no soy una persona que hace
diferencia por las posturas sociales de las personas.
- ¿A qué edad te diste cuenta de que te gustaba cantar?
- A los 5 años. Cuando volvía del jardín armaba con los tarritos de
leche “nido” baterías, también con las ollas de mi madre o los baldes.
Les colocaba una manguera y ponía una radio, así me imaginaba que era un
locutor que me presentaba y luego cantaba. Ya de grande me gustaba ir a
ver a los grupos de cuarteto de aquellos tiempos, que tocaban en las
plazas o en los clubes. Realmente comencé a cantar a los 15 años.
- ¿Luego de “Bien ahí” a que otra banda fuiste?
- Tuve la suerte de juntarme con músicos de Catamarca y armar un demo,
después me fui a Córdoba a lucharla en esa provincia, y ahí grabé mi
primer CD, que se llamó “Cristian Coronel, un chico de barrio”. El disco
tuvo muy buena aceptación en Córdoba y estuve en las radios Suquía, LV2
y LV3, además estuve en Ritmo Punta, un programa televisivo de
cuarteto; también en canal 10 con Leo Montero y con “El Lagarto”
Guizardi. Después tuve una mala experiencia con la gente que tenía mi
representación y al haber un mal entendido decidí volverme a Catamarca.
Luego tuve un ofrecimiento para cantar en Cachumba, pero los arreglos no
eran convenientes, y si me quedo a sufrir, me quedo en Catamarca. Luego
pasé a La banda continúa; en ese grupo tuve muy buena aceptación por
parte de los seguidores en Tucumán, Salta, Jujuy…
- ¿Cómo fue haber llegado con tu música hasta Córdoba, la provincia del cuarteto?
- En Córdoba para llegar tenés que pagar. Para poder actuar o estar en una radio hay que pagar.
- ¿Cómo la llevás con el ambiente del cuarteto? Porque en los últimos
años con los casos de Rodrigo y Walter Olmos se dijeron muchas cosas.
- En mi caso no soy de tomar, ni fumar y no me drogo. Además tengo mis
músicos y no son de tomar alcohol. Tampoco hay que imitar el mal que
hicieron los demás, ya tenemos referencias como para no realizar las
cosas malas.
- ¿Qué es el cuarteto en tu vida?
- Es mi vida. Porque tuve la oportunidad de dejar la música y no puedo
estar sin hacer música. A veces parezco loco, porque estoy en mi casa
escribiendo.
- ¿Algún referente del cuarteto?
- La Mona Jiménez, Rodrigo, Walter Olmos y todos los que realicen el ritmo del “tunga tunga”.
El cuarteto es un género de música popular de Córdoba, que se caracteriza por un ritmo movido y tropical, que se escucha en toda la Argentina y en algunos países sudamericanos. Desde su aparición en los años cuarenta fue bailado exclusivamente por la clase trabajadora, y despreciado por la clase media y alta. En los años noventa, el género se volvió más popular, sin distinción de clases.